LAS TRANSFORMACIONES
Transformación es hacer cambiar de forma a algo o alguien, transmutar algo en otra cosa. El término procede del vocablo latino transformatĭo.
Puede decirse que la transformación, por lo tanto, es el paso de un estado a otro. Una persona puede transformarse físicamente o en un sentido espiritual o simbólico (cuando decide vivir a un ritmo más pausado, prestar menos atención a lo material o cambios semejantes): “El actor experimentó una transformación interna después de estar al borde de la muerte”.
Existen muchos y variados campos que apuestan por usar el término que me ocupa para definir a distintos conceptos. Así, por ejemplo, en el ámbito musical se habla de lo que se da en llamar transformación temática, que es una técnica que se caracteriza fundamentalmente porque el tema es sometido a distintas variaciones y modificaciones tales como modulaciones, disminución, aumento… <A propósito, toco en el piano una composición de Beethoven titulada Tema y seis variaciones, donde se repite la introducción a través de múltiples variantes en esta admirable pieza musical.>
Por otra parte, en el ámbito de las Ciencias Sociales se emplea el término transformación social. Aquél viene a dejar patente todo el conjunto de alteraciones que se producen en las estructuras sociales como consecuencia de determinados factores culturales, políticos, económicos…
La Historia de la humanidad es un fiel reflejo de cómo han ido apareciendo unos cambios u otros hasta llegar a nuestros días. Muchos de ellos son fruto de la modernidad, la migración, la innovación o incluso de las revoluciones.
En México, la mayor transformación ha sido, sin duda, lo que puede llamarse la invasión española en el Siglo XVI. Fue brusca, sangrienta y, además, una profunda transformación. Literalmente, alrededor de 1520, se cimentó el cambio brutal de la colonia española sobre las ruinas de las civilizaciones antiguas y primigenias. No es sino natural que fuera una sociedad injusta, corrupta que padeciera hambrunas, abusos de caciques, tributarios sumisos que llenaban las calles de mendigos y vagabundos.
También es cierto que las formas de gobierno y organización indígenas se establecieron para fundar la colonia novohispana. Esto a pesar de la exterminación, de parte de la población, por las armas y las epidemias; empero, la población indígena fue la mayoría.
Los caciques de antaño gobernaron sus comunidades. Los tributos que antes pagaban a los toatlanis aztecas iban ahora, a los encomendadores, al rey español y a la iglesia católica.
Los indgenas entonces eran víctimas de abusos de alcaldes, estancieros, hacendados. mineros ávidos de riquezas y de poder, a pesar de los frailes. Los españoles se concentraron en las ciudades, desde donde enviaban las riquezas a la península ibérica estableciendo el poder de la Nueva España, incluyendo la corte del virrey, quien era el representante de la corona española.
Una tercera y poderosa autoridad era la Iglesia. Los frailes y clérigos enseñaban el dogma y la moral cristiana. Ellos construyeron, con los indígenas, las iglesias, conventos y capillas. Regían organizando procesiones religiosas sobre los escombros de los templos de los vencidos. Administraban los bienes de indígenas y españoles por medio de cofradías dedicadas a los santos y cajas de ahorro.
Vino después el siglo olvidado, el XVII, llamado barroco. Los indígenas huyeron de su empobrecida comunidad hacia las ciudades, donde peones, arrieros, bandoleros y mendigos se transformaron en artesanos, albañiles; se fusionaron perdiendo sus costumbres y hasta dentro de la misma iglesia se adaptaron a las órdenes de arquitectos y de sus manos surgió un nuevo estilo, el barroco. El ambiente de profunda religiosidad quedó plasmada en las fachadas de templos, retablos y en altares suntuosos.
Nada decir del mestizaje que fue biológico y cultural ya que a fortiori penetraron ñas costumbres indígenas y resulta muy difícil reconocer las influencias indígenas, africanas-- como consecuencia de los esclavos traídos para trabajar, en virtud de la diezmada población autóctona-- y españolas.
Así se transformó la cultura primigenia. Había surgido un nuevo perfil del mexicano.
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En el siglo XVIII privaba una corte novohispana de derroche, superficialidad y muy inútil. La corrupción, al máximo, llevaba desenfrenadamente a comprar títulos nobiliarios y puestos de gobierno. Era el despotismo ilustrado. Los campos se llenaron de bandoleros y se tuvo que implantar el Tribunal de la Acordada para perseguir a los bandidos. Los capturados llenaban los calabozos. Ya no había encomiendas. La fiscalía era autónoma del gobierno virreinal. También se creó un ejército. Hubo una aristocracia criolla que pronto fue sustituida por funcionarios que venían de España.
Por otra parte, fue el siglo de las luces. Había riqueza debido a un comercio boyante y próspera minería. Se construyeron palacios, iglesias llenas de lujo y, floreció la ciencia, los conocimientos y Newton, Descartes, Voltaire transformaron el pensamiento colonial.
Los criollos descontentos con la dominación organizaron grupos sediciosos en Guanajuato, Querétaro y en Valladolid. Y en Dolores se levantaron en armas para lograr la independencia.
Estamos en otra gran transformación del país: surgiría una nación independiente!
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